#9. El loop de las hormiguitas
Mini crónica mamushka sobre un recital de Lisandro Aristimuño en Santa Fe
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El segundo domingo del mes fuimos a un recital con Agustín. La última vez que él lo había visto fue en el Centro Cultural Provincial. La última vez que yo lo había visto fue en el 100° aniversario de la UNL. Entramos a la sala. Pronuncié mis credenciales: quién soy, qué hago, para quién trabajo. Un muchacho nos atendió, alcancé a ver su rostro cuadriculado por el ladrillo hueco. Dos entradas y dos papelitos con la ubicación (estos últimos más blandos tipo ticket de compra). Con voz encajonada nos dijo: fila izquierda. Hicimos unos pasos. Nos sentamos.
Me queda media hora para fichar la salida. Pienso en la tensión, el crash del fracaso: no voy a llegar. Decí que el éter te deja encendido, aunque la luz se apague, y todo piensa en vos. La crónica se va escribiendo con lo azaroso. No sólo son personajes, entorno y tiempo. Hace unas horas entrevisté a Nicolás. Una de sus canciones integra Música sin fines de lucro, una gesta federal de música argentina capitaneada por Aristimuño. Fuera de micrófono, como marca la jerga, hablamos del show de ese domingo. “Qué pena que no tocó Loop”, le dije. “La hizo el año pasado”, me anotició.
Siempre que voy a un recital late la fiera de la escritura en mi sien. Por eso
le pido a papá un recuerdo, encuentra una crónica.
le pido al Igna un recuerdo, encuentra fotos.
le pido al Agus un recuerdo, manda unos audios.
Todo está levando en la memoria. Hay material para una segunda parte la semana que viene.
El recital se prolonga hasta la medianoche. Cuando salgamos será lunes. Habrá que buscar algo para nutrir cuerpos hambrientos y almas tristes por el devenir semanal. Una ciudad se arma ante nuestros ojos. Agus y yo tenemos la panorámica, la escala justa. Gente que llega, se abraza, se besa, habla, escucha, compra, espera. ¿Alguien puede pensar en la patria espectadora?, anoto y me río.
Como hormiguitas van subiendo los músicos. El último es Lisandro. No conforme con la primera versión de la canción de apertura, hace un gesto de rewind a la banda. Luego del VAR, revivimos Tu mundo. Si este recital no hubiera tenido bises, diríamos que la banda nos hizo pasear de Tu mundo a Tu corazón. Una buena pauta de la fuerza que adquiere la segunda persona en la narrativa de Aristimuño.
¿Te pensás que las cosas van a ser como vos pensás?
No soy el único, compruebo, afectado por la interpretación de Una flor. Como si el cantautor lograra catalizar el espíritu de época en la bronca, la sedición. “Es muy difícil hacer algo heavy down tempo”, me dice Nicolás segundos antes de la entrevista. A él le duele la falta de Devolver tu amor, a mí, además de Loop, la de Sweet Gloria. Me acuerdo de Willy y su yeta con Jodie, Tarado y negro, Armas para la paz.
Si a la cabeza le pido postales del recital probablemente diría:
Lisandro DJ
Lisandro batero de una banda de rock tribal
Sonrisa calzada tras gafas a tono con guitarra acústica
Dedicatoria a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo antes de Greenlover
Los bises
Sobre esto último, vale un juego de preguntas y respuestas, como si una canción entrevistara a la siguiente (y esta última tuviera el tupé de responder):
¿O acaso también se paga?
Es todo lo que tengo y es todo lo que hay
[Continuará…]
Yo estuve ahí también! jaja... otro tremendo show de Aristimuño. En mi caso, ya perdí un poco la cuenta de cuantas veces fueron, pero la última fue la de Tribus (el año pasado). Del sohow, me quedo con las reversiones de sus propios temas y con mi favorita: "Green Lover"