#10. El loop de las hormiguitas. Segunda parte
Continuación de la mini crónica mamushka sobre un recital de Lisandro Aristimuño en Santa Fe
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atar cabos 🧶
El envío #9 quedó incompleto como cada capítulo de una telenovela diaria en los ‘90. Mi yo diablo marca los cabos sueltos con crueldad. Mi yo ángel sabe que toda expansión implica bancarse lagunas. El plan de dividir el texto en dos partió -justamente- de reconocer una situación: se bifurcaron, solitos, pasado y presente. En este boletín vamos de lleno al pretérito. Pero antes, ato algún que otro cabito, el de las reinterpretaciones que hace el músico con la arcilla de su propia obra.
A Fer, lector de fierro de bicho redactor, me lo cruzo seguido en recitales. En el último newsletter comentó un punto interesante:
Del show, me quedo con las reversiones de sus propios temas y con mi favorita: Greenlover
A mí me gustó mucho el nuevo ropaje con que Lisandro vistió Me hice cargo de tu luz. Tan bueno que, al principio me costó entrar en la canción, descifrarla. Disfruté mucho de Aristimuño quebrado: en director de orquesta, en cantante folk, en DJ y en baterista de una banda de rock tribal. Lo último me hizo acordar a un chamán sonoro del rock litoraleño. Si no lo conocen, vayan ya a descubrir a Rodrigo González. Les dejo un anzuelo musical. Y un dato o dos: el “Negro” estaba en el reci de LA. Son compinches desde que Experimento Negro integró el ya mencionado MSFL. Respeto y entiendo al artista que trabaja en la meteorología del espectáculo: el crescendo fue tal que Es todo lo que tengo y es todo lo que hay no sólo fue respuesta a How long?; fue baile de pie, pantallas vibrantes, y un mensaje: CUIDAR NUESTROS DERECHOS. Tener memoria. Me acuerdo de la versión de Greenlover junto a Gabo Ferro. Me acuerdo de los live de Instagram que compartían expresando su amor cada uno con su intensidad. Será de dios, cómo nos falta este obrador de palabras.
el pasado de Agus
Una de las últimas veces que Agus había visto a Lisandro fue en el CCP. El Centro Cultural Provincial es un emblema santafesino, muestra de la importancia de las políticas culturales para una comunidad. Es, al mismo tiempo, un dossier de la calidad y cantidad de creadores que alberga el litoral argentino. Hace una década lleva un nombre honorable: “Francisco Paco Urondo”. Esa vez que les digo, 2016, yo iba a ir con Agus -o con mi viejo- pero estaba apestado. Creo recordar que “el mal tiempo era general” y nos pescamos ese resfrío tanto Willy como Nacho. Resultó, para bien del argumento, una salida del abuelo y su nieto. Aristimuño presentaba otro quiebre electrónico en su discografía, Constelaciones. Por dicho show, lo entrevisté para Peces en el Aire. Este año recuperé un fragmento clave de la charla reconfigurado en contenido para redes. Mirá:
Pero antes de eso, la dupla de muchachos llenó el hueco generacional y se mandó a Rafaela. Tomaba forma en la localidad cabecera del departamento Castellanos una nueva encarnación de Hermano hormiga. Escucha de Lisandro, pero fan de Raly, Nacho se calzó dos pecheras juntas (hijo y padre), sumó sus manos al volante del Fox y los 3 peces le dieron a la ruta 70 para ver a sus ídolos.
Otra postal: Raly tocaba en el Teatro Municipal. Padre, hijo y nieto hormigas volvieron a ir. Cuentan por ahí que después del show, el trío se acercó y pudo registrar la historia en una foto. Agustín andaba de acá para allá con su guitarra -a esa altura de su vida, un guitarrón- y se llevó una firma de colección: Para Agustín, cariño. Raly. Nacho retiene una imagen, me la cuenta en un presente tímido:
El Raly agarra la guitarra del Agus como para puntearla. ¡Ah, sos zurdo!, le dice.
Un 3 de junio de 2022, y en el mismo lugar donde consiguió el autógrafo del músico sureño, ligó la tercera estampa: Iván Noble. El cantante de Los Caballeros de la Quema se quedó colgado mirando el pulso de los hermanos hormiga. Tres músicos mirándose desde un instrumento no es cosa de todos los días, ¿no?
Hormiguita metiche 🐜
A principios de 2020 entrevisté a Raly. Titulé la nota con algo que dijo y me resonó fuerte. Más de 11 palabras, poco periodístico. Meh. “Las canciones son esa manera de lamerse las heridas y de celebrar momentos hermosos”. El cantautor nacido en Frías rememoró que el lugar donde comenzó Hermano hormiga fue Unquillo y la parada final, Beltrán.
“No fue una búsqueda puramente musical. Se dio de tanto compartir y tocar la guitarra juntos en las sobremesas”, dijo por ahí. Me hizo acordar a las palabras de Gabo sobre su familia-disco con Sergio Ch. “En un momento”, continuó Raly, “se transformó, empezamos a tocar por lugares muy chiquitos y eso nos dio ganas de seguir con el proyecto. Grabamos el disco y lo salimos a defender. No sabemos cuándo, pero tenemos ganas de que siga. Somos como hermanos. Hablamos cotidianamente y nos acompañamos en los momentos difíciles y en los lindos. Es una amistad que se tradujo en canción”.
el pasado de Leo
La última vez que yo había visto a Lisandro fue en la explanada del Rectorado en el marco del 97° aniversario de la Universidad Nacional del Litoral. Me entero ahora que Agustín también estuvo ahí. Lo más parecido a un recital de estadio, pero sin tener que pagar entrada. Esa vez, me acuerdo con los dedos trepados al teclado, yo estaba con anginas. Igual fui con papá. Se me encendió la lamparita: le voy a preguntar qué se acuerda del show. Ya vengo.
(x) Esto podría ser llamado momento Saer en alusión casi obvia a la salpicadura de (x)
(x) tinta agramatical, ultravisual, que el autor de Serodino desperdigó en renglones (x)
(x) de “El limonero real”. Insectos porcentuales, barras de sentido, horizontes y listo (x)
Mentira, la última vez que lo viste fue en 2019, en la UNL también. Deshilachada, mi memoria, me tira data a su modo: en segunda persona y a través de espectros. No es totalmente clara, por momentos parece que llega para confundir. Pero, a la postre (o a los postres), termina echando agua, aclarando. La Universidad Nacional del Litoral cumplía 100 años y se mandó un flor de festejo. Como corresponde al espíritu de gira (la pucha, un siglo), la cosa siguió en Tribus con Nicolás Sorín y Lula Bertoldi, entre otros. En una charla telefónica que mantuve con la frontwoman de Eruca Sativa para El Litoral, Lula recordó sentidamente el gesto de haber versionado “Como la cigarra” y “Bajan”: Sobre la peña-jam nacida al calor de la madrugada dijo: “Lo viví con mucha plenitud, disfruté un montón compartirlo con colegas que admiro”.
***
Estamos sentados. Todos se van. Nos paramos. Uno devuelve las gaseosas vapuleadas a la heladera. Otro tira restos en el tacho de basura, separando la osamenta para las perras. Alguien, más atrás, está lavando platos, vasos y cubiertos. Papá poné la pava. Ana nos mira y suelta: “Cada uno hace algo en esta familia. Parecen hormiguitas”. Vaya este texto a tu memoria, querida Ana, por pedir permiso para ser parte de este relato. Escribiendo, como siempre, advierto que tus siglas forman la conjugación del verbo amar en la primera del singular.