#45. Gracias a (di)Dios
Primera aproximación al auto-registro de una catarata de paseos en una aplicación de viajes
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🎧 Audio de Alfredo post-43/44
El 45 en la quiniela y en los sueños es el vino 🍷 Llega después del balcón y la cárcel. Qué tramita podemos armar con dichos ingredientes, ¿no? (Un texto) me vino a buscar como cantó Manuel Moretti en esta hermosa canción de Estelares, como vinieron a buscarme muchos coches particulares en función transporte entre el 1° de enero y mañana. Lidiando mentalmente (didiando) sobre el asunto, surgieron unas memorias del presente con promesa de continuidad en algún otro newsletter.
¡Qué loco!
1 me traslada desde lo de mis viejos a la radio por $1.428. Es un taxi. Me subo por la parte de atrás, siguiendo un consejo que me dio el chofer de un remis didisfrazado una noche de abril. “Para que no se den cuenta que estoy trabajando para Didi”. A diferencia de 2, encantado de hablar de la estafa piramidal y el perjuicio a los tacheros (o remiseros), 1 salta en una pata. “No le tengo que pagar a Sociedad Radio Taxi. Igual yo no hago como algunos que se van, yo me quiero jubilar bien”. Sobre las ventajas que ve, agrega: “Gracias a Dios, me entra plata por tres: lo que me paga el cliente, lo que me deposita la aplicación y las promos”. En mi memoria, vuelve a ingresar 2: “A las doce cumplo años”, me dice el taurino. Yo le digo: “¡Qué loco! El viaje salió $804, como el día de mi cumpleaños”.
Antes, ahora
Hace 12 años que maneja. Tiene un año menos que yo: aprendió de grande, pero aprendió. Acepta mi viaje. Es la primera vez que juego el juego de la oferta y la demanda en la aplicación. Tiro coordenadas y apuesto 3.500. Después 4.000. 4.500. 5.000. Rechazo un par de oferentes que se me escapan del plan inicial. Cierro con 3 por $6.516,85. Le pregunto por qué llegó a Didi. “Estoy edificando”, responde. “Antes de diciembre de 2023, con mi trabajo me sobraban 200 lucas. Ahora tengo que hacer esto. Es un extra”. Buena conversación. Atento al camino, me cuenta que hace poco tuvo su primer choque. Una piba sin carnet lo embistió y se llevó puesta una bici. Él pagó 900 mil, espera al seguro. El auto no está impecable pero de ningún modo arruina el desarrollo de su excelente servicio.
La diferencia
Algo que tenés que saber si subís a un Didi (o a un Uber) es qué asiento ocupar. Si te busca un auto “común”, mejor andá adelante. Que parezca que un conocido te levantó. En cambio, si te busca un auto con fachada de taxi o remis, subite atrás. Eso hice cuando arribó el auto azabache a la casa de mis padres. No puedo recordar su nombre, sí su fisonomía ancha y su voz coincidente. Busco para ver si emboco mi desmemoria en algún lugar de este Tinder de conductores.
Llego a otro que se llama igual que 1, pero no es, porque si bien coincide la calle con la de mis viejos, es un kilómetro arriba… o abajo. (No sé cómo se dice). Aunque me importe llamarlo por su nombre, por ahora elijo la figura de la elipsis. La dibujo y me sale parecida a la dignidad en manos de Kirk Van Houten, el papá de Milhouse. Este tipo de voz y cuerpo gruesos (4) advierte un factor que, hasta aquí, no había tenido en cuenta. “Dale unos meses a estos que no son ni tacheros ni remiseros. Ahora hacen la diferencia, pero en cuatro o cinco meses, se les va a romper la máquina. Mirá cómo está la ciudad, llena de baches…” Teléfono, Alcalde Diamante.
Bonus: Estadística personal
Estoy al pedo. Buen momento para recopilar en un archivo de Excel mis viajes a través de la aplicación de moda. Elongo las neuronas. Anoto 56. Descarto 19 (cómo me persigue el número), ¡un tercio!, cancelados por ellos o por mí. Quedan 37 viajes netos, la diferencia que hago. Desde el 1º de enero de 2025 al 20 de mayo (fecha del corte), me trasladan Mateo, Luis, Elías, GONZALO, Facundo, HECTOR, Jose, Milton, JHOAN, YESID, Mariano, MARIA, SEBASTIAN, RAUL, Esteban, Maria, FERNANDO, Victor, FACUNDO, NESTOR, LEANDRO, Juan, Fabian, JOEL, GASPAR, SEBASTIAN (2), victor, MARTIN, MARIANO, MAURO, RITA, BASILIO, Gustavo, FRANCO, FRANCO (2), EMMANUEL, MARTIN.
Algunos escriben sus nombres en mayúsculas, otros con letra capital -como se escriben los nombres propios-, pocos en minúsculas. Con tilde o sin. Se repiten algunos nombres, pero nunca he dado -al momento- con el mismo conductor. Sólo 3 mujeres, el resto (34) varones. En viajes que van de los $762 a los $31.790, siendo la excursión más larga el viaje de la Terminal de Paraná hacia María Grande con el propósito de divertirnos en Interlagos (de camino nos enteramos que esa jornada el parque acuático no abría por las calamitosas condiciones climáticas). Diría que viajé solo el 99% de las veces, salvo este último traslado que nombré, junto a Agus. Mis manos no tienen la memoria de dar o de juntar billetes con otras ni mi cerebro registra la transacción de enviar o recibir pesos electrónicamente a un tercero para hacer una vaquita digital. Igual, puedo equivocarme: errar es urbano.
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Bicho sin dueño en Santo Tomé
El lunes 19 de mayo visité la ciudad de Santo Tomé, a 15 km de la capital de la provincia. Me recibieron Valentina y equipo con los brazos abiertos. Grabamos el capítulo #38 de La Entrevista Santo Tomé. Justo el día que hubiera cumplido 70 años mi tía Ana María, alguien que vivió mucho tiempo allí. Le dediqué un poema leído en esta linda nota que les comparto.
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